La confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información que se transporta y/o procesa en las redes y sistemas es uno de los principales objetivos a proteger en la Defensa Nacional. Por Jose Orlando Poblete Comunicador Social especializado en Defensa Nacional
Para entender el concepto de ciberespacio, debemos explicar
que se refiere a un entorno no físico creado por equipos de computadoras unidas
para interoperar en una red. En el ciberespacio, los operadores del equipo
pueden interactuar de manera similar al mundo real, a excepción que la
interacción en el ciberespacio no requiere del movimiento físico más allá que
el de escribir.
En la actualidad, el concepto de ciberespacio suele
asociarse a Internet. Todo aquello que se desarrolla en Internet, a través de
sitios web, correos electrónicos, redes sociales, etc., no tiene lugar en un
país específico, más allá de la ubicación concreta de los servidores y de los
usuarios. El ciberespacio, de todos modos, es más amplio que Internet.
En este contexto nuevo, el ciberespacio presenta un nuevo
dominio de conflictos para la seguridad de cualquier estado y del sistema
internacional.
La creciente hiperactividad en el ciberespacio y su
vulnerabilidad frente a atacantes frecuentemente anónimos que imposibilitan la
neutralización mediante los métodos convencionales de intervención, ha
impulsado la necesidad de establecer al ciberespacio, como el quinto dominio
soberano de la Nación, y con ello herramientas para contrarrestar las amenazas
o riesgos que puedan existir.
El ministerio de Defensa ha realizado algunas modificaciones
a las leyes en esta materia.
Uno de los ejemplos es la sustitución del Artículo 2° de la
Resolución del Ministro de Defensa N° 59 del 23 de enero de 2017, con el cual
se busca desarrollar e incentivar las capacidades que protejan la
Infraestructura Crítica de la Defensa Nacional. Es importante proteger los
servicios esenciales de la nación.
También, es importante definir a la Ciberdefensa como las
acciones y capacidades desarrolladas por el Ministerio de Defensa, el Estado
Mayor Conjunto y las Fuerzas Armadas, de esta manera poder estar un paso antes
y sobre todo prevenir cualquier ciberataque que afecten al ministerio o a su
instrumento militar o cualquier servicio esencial estratégico de Argentina.
En este sentido, la presente ley establece la creación de un
centro nacional de Ciberdefensa, la aprobación de la política de Ciberdefensa,
la creación de la Secretaría De Estrategia Y Asuntos Militares, y establece el
Secreto Militar en los términos del decreto n° 9390/63.
En conclusión, en gran medida, desde hace varios años la
política de defensa, fue víctima de un exacerbado militarismo que subordino a
las FFAA a intereses sectoriales en las últimas décadas antes de nuestra
democracia. Aunque las políticas de defensa en democracia tuvieron por
finalidad resaltar el gobierno civil de las fuerzas armadas, no permitieron
abordar las cuestiones propias relacionadas con el control civil con las
políticas de defensa, dejando de lado cuestiones propias de inteligencia, sobre
todo en los aspectos cibernéticos, como la información estatal y la seguridad
nacional.
Es importante que podamos identificar algunos términos
propios, para entender mejor de que hablamos. Por ejemplo “guerra cibernética”,
“guerra informática”, “guerra de la información”, “guerra comunicacional”,
entre otras.
Este es un gran desafío por parte de los gobiernos actuales
y futuros, ya que deberán familiarizarse con estos términos y sus normas
jurídicas sobre las implicancias militares en aspectos del ciberespacio.
Es por ello, que las acciones que se han implementado en
este aspecto por parte del Ministerio de Defensa, su equipo especializado y en
conjunto con el Comando en Conjunto de las Fuerzas Armadas Argentinas, están
por buen camino, para un futuro más seguro para la soberanía de nuestro país.